28.4.10

Conversaciones íntimas


Le comenté a unos amigos que para mí han sido un agradable descubrimiento las novelas de Ingmar Bergman. El año pasado escribí una nota del primer libro que leí de este gran artista, que es recordado principalmente por su contribución al cine mundial.

El estilo narrativo de Bergman es sencillo, hasta cierto punto tradicional. Pero la riqueza de sus textos radica en la complejidad de los personajes y el magnetismo de las historias. En este caso, conocemos la historia de Anna, una mujer casada y con hijos que lleva una vida muy infeliz. Su matrimonio se ha vuelto una carga pesada. En ese contexto surge una relación con otro hombre.

Henrik, el esposo de Anna, es un sacerdote con un espíritu atormentado. De carácter obsesivo, es al mismo tiempo un hombre inseguro. El jefe de Henrik es Jacob, quién además de sacerdote es el tío de Anna. Ella le confiesa a Jacob la relación adúltera que mantiene con Tomas, un estudiante de teología amigo de la familia.

El libro está dividido en capítulos, que a su vez representan conversaciones trascendentales que Anna mantiene con varias personas importantes en su vida. Su confesión a Jacob abre el libro. En el siguiente capítulo Anna devela su adulterio a Henrik. Encontré aquí una oración con una gran fuerza: la sola idea de tu semen en mi cuerpo me resultaba insoportable.

Jacob le había sugerido a Anna que confesara a Henrik su adulterio y buscara la manera de mejorar la relación matrimonial. En los siguientes capítulos observamos, por el contrario, el hundimiento de Anna en una vida carente de amor, temerosa de que Henrik se marche y la despoje de sus hijos. Muchos años después Anna le mentirá a su tío, ya moribundo, y le hará creer que los problemas se resolvieron desde que siguió su consejo.

Resulta sorprendente la energía y el drama contenidos en esta novela, escrita por Bergman cuando se acercaba a los ochenta años de edad. Si conocen otro libro de este autor que les gustaría recomendar por favor escríbanme un mensaje.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Linterna Mágica