15.4.12

A 100 años del hundimiento del Titanic



Desde hace meses el mundo esperaba el día de hoy para conmemorar el centenario del hundimiento del Titanic, la nave que en su momento se consideró "insumergible". Unos cuantos días después del inicio de su primer viaje fue fatalmente herido por un iceberg en el Atlántico Norte y pereció bajo las aguas junto con mil quinientos de sus pasajeros.

Se han contado muchísimas anécdotas acerca del naufragio más famoso de la era moderna en tiempos de paz, pero la que más me ha sorprendido en las últimas semanas fue la historia de una novela escrita por Morgan Robertson. El libro se llama en español "El naufragio del Titán". Es acerca de un lujoso barco de pasajeros que se hunde en su viaje inaugural, en el mes de abril.

En mitad de su travesía, el Titán choca contra un iceberg y la mayoría de las personas a bordo mueren. No había suficientes botes salvavidas, ya que los constructores de la nave consideraban que el barco nunca se hundiría. Tenía menos de la mitad de los que requería para una evacuación completa.

Hasta aquí todo suena muy conocido, hasta se diría que Robertson no fue nada original para elaborar su novela. Pero todo cambia cuando nos enteramos que el libro fue publicado en 1898, catorce años antes del hundimiento del Titanic. Las coincidencias son apabullantes: el Titán tenía 800 pies de largo, por los 882 del Titanic. Ambos barcos tenían tres hélices y dos mástiles. El Titanic golpeó el iceberg cuando desarrollaba una velocidad de 23 nudos, mientras que el Titán iba a 25 nudos. Finalmente, ambas naves se encontraban a 400 millas náuticas de Terranova.

Las coincidencias de la ficción de Robertson con la realidad no terminan ahí. En 1914 publicó la novela "Más allá del espectro", donde imagina una guerra entre los Estados Unidos y Japón. En el libro, los japoneses realizan un ataque sorpresa a una base estadounidense en el Océano Pacífico. De nuevo la realidad imitó a la ficción, veintisiete años después, cuando la base de Pearl Harbor en Hawai fue destruida.