Orgullo y prejuicio

Hace unos días vi la película Orgullo y prejuicio, basada en la novela de Jane Austen. Aunque hacía poco tiempo que había visto una miniserie de la BBC que recrea la misma historia, estaba muy interesado en conocer la nueva interpretación.

Sería injusto comparar una versión con la otra, pues la miniserie puede extenderse en más detalles debido a que dispone de más tiempo. En contraposición, la película goza de más recursos visuales y un reparto más conocido a nivel internacional. Baste con soltar dos nombres de actores veteranos que hipnotizan desde los avances: Donald Sutherland (como el señor Bennet) y Judi Dench (como Lady Catherine de Bourg).

Entre la película y la miniserie hay diez años de diferencia. Ambas, según los comentarios de la prensa, han gozado de mucha popularidad. Es obvio que se debe a la gran aceptación que mantiene el libro de Jane Austen. Acaso es la más popular y querida de sus novelas. Las aventuras de Elizabeth Bennet, interpretada en esta ocasión por una bellísima Keira Knightley, seguirán atrayendo a las futuras generaciones de lectores y amantes del cine.

Mientras veía la película escuché las expresiones de admiración de unas jovencitas que estaban cerca de mi butaca. Coincidieron con una de las partes más emotivas del romance entre la señorita Bennet y el señor Darcy. Esto me hizo comprender que era la primera vez que las muchachas se enfrentaban a la historia de Austen. Para todos aquellos que no han leído el libro les recomiendo su lectura antes de que vean la cinta. No es un prerrequisito, pero disfrutarán más de este trabajo, que ya se ha vuelto un clásico de la literatura inglesa.