7.8.10

El hombre marcado

Nunca conversé con Álvaro Menén Desleal. Tan solo lo vi una vez. Fue en un restaurante. La poeta Silvia Elena Regalado lo vio desde la mesa en la que estábamos cenando y se levantó a saludarlo. Yo no lo había reconocido. Fue Silvia Elena quien lo identificó para mí.

La manera en la que he conocido a Menén Desleal es a través de sus libros. Desde su clásico Luz Negra, que es la pieza de teatro más conocida de la Tierra de collares, hasta sus trabajos narrativos como Hacer el amor en el refugio atómico, La ilustre familia androide, El malthusiano, etc. Y también se cuela por ahí otra pieza dramática: La bicicleta al pie de la muralla, que apenas ha sido representada en el país.

El hombre marcado es una antología de cuentos de Menén Desleal que ha publicado Índole Editores. Es un trabajo muy valioso porque rescata del olvido algunos cuentos que no se habían visto en libros durante muchos años. Se encuentran ahí algunos de los más representativos de este autor, entre los que destacan: Una cuerda de nylon y oro, Memorias al fuego vivo y Los vicios de papá. Con el segundo de estos cuentos que he nombrado hay un dato curioso que me concierne: la fecha de creación es cinco días anterior a mi nacimiento.

El cuento que da nombre al libro nunca se había publicado. Durante años se le había dado por perdido. Pero gracias a Cecilia, la viuda del escritor, pudo por fin ver la luz. Es una gran forma de cerrar el volumen de cuentos. Para los que no han leído la narrativa de Menén Desleal es una buena oportunidad de conocer esta faceta, en la que destacó como muy pocos lo han logrado en nuestro país.

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