Hoy leí una nota en Internet donde se argumenta una de las posibles razones por las que los equipos sudamericanos están jugando tan bien en el mundial de Sudáfrica: la altitud (recuerden que cuatro de los ocho equipos sobrevivientes provienen del sur de nuestro continente).
En efecto, algunos de los estadios donde se desarrollan los juegos se encuentran en ciudades a gran altitud. El médico al que le hacen la entrevista en la nota hace de todos modos una aclaración: dice que ésa es una de las muchas razones por las que podría explicarse el desempeño de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
Ahora bien, esa explicación tiene un pequeño problema: las capitales de los tres últimos países que mencioné están a muy baja altitud. Ahí es donde suelen jugar esos equipos como locales. En el caso de Brasil, a menos que su selección se entrene en lo alto del Corcovado (en Río de Janeiro), no veo cómo podría estar acostumbrada a la altitud. En las visitas que hacen a las ciudades andinas (La Paz, Cusco, Quito, Sucre, etc.) suelen pasarlo muy mal.
¿Serán suficientes unos cuantos juegos en el año en los 2,850 metros de altura de Quito o los 3,640 metros de La Paz para sacar ventaja en este campeonato mundial? Lo dudo mucho. Se habría necesitado un campamento de dos a tres semanas para incrementar el número de glóbulos rojos en la sangre. Por cierto, Francia hizo un entrenamiento de este tipo y fue uno de los primeros equipos en regresar a su casa.
30.6.10
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