¡Campeones, campeones!

Felicidades. ¡Muchas felicidades! Anoche cuando vi el final del partido no me lo podía creer. Una selección de fútbol de nuestro país obtenía un título regional. La copa me pareció muy pequeña, pero no importó. El objetivo estaba cumplido. El fútbol de playa sigue cosechando buenos resultados.


Según la página web de la Concacaf (Confederación del Norte, Centroamérica y el Caribe de fútbol), ninguna selección de la Tierra de collares había obtenido un título regional desde el año 1943, en plena segunda guerra mundial. Quizá por esta razón uno de los principales periódicos nacionales indicaba que el de ayer era el primer campeonato en la Confederación en cualquier modalidad de fútbol.

No importa si es el primero o no, lo que importa es que el resultado de ayer es histórico para nuestro país. Y se obtuvo pese a la nula planificación de las autoridades del fútbol nacional. Anoche escuché al presidente de la federación sacar pecho por la victoria, y sólo me quedó reírme porque ahora los dirigentes se quieren subir al caballo ganador. Cuando organicen una liga nacional para este deporte y establezcan las bases para un desarrollo masivo podrán llenarse la boca.

Cualquiera que haya visto las precarias condiciones de vida de la mayoría de los seleccionados nacionales de fútbol de playa comprende que están muy lejos de tener las condiciones ideales para entrenar. Cuando no están concentrados en el deporte salen a pescar, habitan en ranchos endebles y apenas tienen dinero para alimentar a sus familias. Sólo puedo imaginar que de la dureza de esa vida es de donde obtienen la fortaleza para superar los obstáculos en la cancha.

En las semifinales del torneo se enfrentaron a los Estados Unidos, a los que derrotaron por 5 a 3. Eso les permitió clasificarse a la final y, de paso, les dio uno de los dos boletos al Mundial de fútbol de playa que se efectuará en Dubai. Ayer en la final vencieron a Costa Rica por 6 a 3. Fue una magnífica actuación colectiva.

Mañana regresa el equipo al país. Seguro que habrá muchos dirigentes saludando desde el podio, como si ellos hubieran anotado los goles del triunfo. Espero que alguno se acuerde de estos muchachos humildes, que se han enfrentado a grandes adversidades para traer este triunfo al país.

¡Loor a los campeones!