Si no lo vieron por televisión, ya se habrán enterado por otros medios que la gran ganadora de ayer en la entrega de los Oscar 2008 fue la película Slumdog millionaire. En una nota anterior había comentado que esta cinta fue la más premada en los Globos de oro. Las predicciones no fallaron y anoche repitió.
La otra película que tenía varias nominaciones fue The curious case of Benjamin Button. Sólo obtuvo premios en categorías técnicas. Ninguno de los galardones principales cayó en su patio. Ahora, si me preguntan por gustos personales, esta cinta me agradó más que Slumdog... Cuestión de gustos, repito, aunque no niego la calidad de la que se llevó la noche.
Un par de días atrás, por cierto, leí que uno de los niños contratados en Bombay para la película de Danny Boyle vive en condiciones de suma pobreza. En un vídeo mostraban la choza en la que vive junto con su familia. Su padre dice que necesitan ayuda ahora, y no le agrada que los productores hayan creado un fondo fiduciario que el chico recibirá cuando cumpla 18 años.
Los productores pagan también por la educación de los niños que aparecieron en la película, y los invitaron a la gala de los premios Oscar. Anoche los observé en el escenario. Para ellos ha sido una experiencia inolvidable. Sus esperanzas radican en que otros directores los incluyan en futuros proyectos cinematográficos.
23.2.09
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