23.6.08

Clasificados a la siguiente fase



Lo confieso: soy de los que pensaba que Panamá iba a eliminar a la selección de la Tierra de collares de la ruta mundialista. Pero es que al ver el partido de ida mi optimismo no daba para más. Después de todo, las constantes decepciones de los últimos años no invitaban a un buen pronóstico.

Pero se dio el milagro, consumado en los últimos veinte minutos del partido. Eliseo Quintanilla anotó un gol en tiro libre, luego en un penal que castigaba una falta -a mi parecer muy rigurosa- que a él le habían cometido . Y Luis Anaya, con la ayuda del hombro de Chepe Martínez, completó la hazaña.

Lo confieso: ayer, al final de la tarde, fui al supermercado a hacer unas compras. No quería clavarme frente al televisor. No estaba de humor para llevarme una decepción. Cuando abrí la puerta de mi casa escuché que Panamá anotaba el primer gol del encuentro. "Ya estuvo", pensé. Encendí la televisión, y lo sintonicé en un programa que hablaba del probable descubrimiento de la "Santa María", la histórica carabela de Cristóbal Colón hundida frente a las costas de la isla La Española.

De vez en cuando cambiaba el canal para ver unos segundos del encuentro. Cuando faltaban veinte minutos dejé de viajar de la Santa María al fútbol y me quedé a observar el milagro deportivo. Ahora sobra hablar que si la cancha estaba muy pesada, que si el árbitro fue localista, que si el entrenador de los panameños se equivocó en los cambios y el de la Tierra de collares acertó con ellos. El 3 a 1 ya quedó grabado en la historia.

Hay algunas cosas que no pueden pasarnos por alto. Primero: la pésima educación de algunos aficionados, que no pueden refrenar sus instintos cavernícolas y se dedican a lanzar objetos a la cancha. ¿Es que no recuerdan que han castigado más de una vez a nuestro país por este comportamiento? Me dio una gran vergüenza observar que no han aprendido de los errores pasados. Amigos panameños: les suplico mil perdones.

Segundo: el horario del partido. A menos que haya sido una imposición de FIFA o de CONCACAF, no entiendo por qué programar a esa hora el juego. ¿Es que no recuerdan que en la época lluviosa hay muchas probabilidades de tormentas por la noche en San Salvador?

Tercero: debemos recordar que esto es sólo fútbol. Entré a leer algunos periódicos panameños en línea y fue muy triste observar la guerra de insultos en los comentarios del partido, librados entre aficionados panameños y los de la Tierra de collares. En muchas partes del mundo aún creen que la guerra de 1969 contra Honduras se debió a un partido de fútbol. Con actitudes tan inmaduras no hacemos más que alimentar ese absurdo mito.

Cuarto: en verdad que estoy admirado por lo que ha logrado el entrenador Carlos de los Cobos, pues cuenta con muy poco material humano. Los clubes locales y la federación no comprenden que mientras no se invierta en las ligas infantiles nuestro fútbol seguirá empeorando. Panamá nos ha dado una muestra de cómo un trabajo organizado con las ligas inferiores rinde frutos. Si esta vez nos tocó ganar, fue con una gran dosis de suerte y coraje.

Soy un aficionado al fútbol, y me gustaría creer que este equipo tiene posibilidades de clasificar al mundial. Me gustaría, pero la suerte tiene que ir acompañada de trabajo, una federación eficiente, un sistema de ligas inferiores organizado y un trabajo conjunto con los clubes. Mientras todo eso no se cumpla, conquistas como la de anoche seguirán dependiendo de la épica.

1 comentario:

Ricardo Hernández Pereira dijo...

;)
Detesto mirar los partidos y escuchar a los comentaristas a la vez. Mejor lo dejo en mute. Así no hay nada que mimpida formularme mis propios juicos de valor.
Qué alegría, ¿verdad?