El domingo fui al cine a ver Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. De nuevo la sociedad George Lucas - Steven Spielberg nos da una cinta muy entretenida y llena de sorpresas visuales. No es de extrañar que haya sido un éxito de taquilla en el fin de semana de su estreno.
Fue un acierto colocar la cuarta aventura de Indy en el año 1957, cuando el héroe se ha vuelto un quincuagenario. Harrison Ford ya no podía representar al arqueólogo intrépido que se enfrentaba a los nazis antes de la segunda guerra mundial. Me quito el sombrero ante Cate Blanchett, quien se transformó por completo para representar a la villana de la historia. Y John Hurt brindó ese toque magistral de actuación que hace falta en toda película.
A pesar de los malos presagios, la cuarta entrega de Indiana Jones se deja ver, y no ha perdido ese toque de humor que caracterizó a la trilogía previa. El héroe sigue siendo ágil, pero ahora comparte con otros actores el privilegio de romperse a trompadas con los malos. Como en toda cinta gringa hay errores cuando representan a culturas foráneas, como por ejemplo el que la gente de Cusco vista atuendos que no parecen del altiplano y escuchen en el mercado música mexicana... (!!)
Si quieren disfrutar de una película entretenida ésta es una buena opción. No esperen profundidad y actuaciones de gran carácter. Vayan a divertirse. Luego hablaremos de películas más serias. Palabra.
26.5.08
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3 comentarios:
Acá nos avisan que Loida ha regresado.
Copiado. Cambio y fuera.
Que controlada me tienen...
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