Por si no fuera poco el aluvión de propaganda que nos inundará este año debido a las elecciones generales de 2009 -y que ya ha comenzado a llegar a nuestras playas-, todos echaremos un vistazo a la elección presidencial de los Estados Unidos.
En las primarias de Iowa se han dado las primeras sorpresas. Del lado demócrata, el triunfador ha sido Barack Obama, con una clara diferencia sobre los favoritos John Edwards y Hillary Clinton. En la orilla republicana, Mike Huckabee ha estremecido la arena política al derrotar a Mitt Romney.
Edwards y Clinton tendrán que redoblar esfuerzos para alcanzar a Obama y cortar su momentum. Éste se ha postulado como el candidato por el cambio, y tal parece que su mensaje ha calado en los electores. En el lado republicano todo es más confuso. Huckabee ganó apelando a los valores cristianos en un estado donde la religión era un factor importante para los votantes. Sin embargo, en las primarias que se avecinan no lo tendrá tan fácil.
Mauricio Funes, el candidato por el FMLN a la presidencia, dijo en una entrevista que las relaciones entre nuestro país y los Estados Unidos serían muy diferentes si el ganador de la elección fuera un demócrata. Creo que es una observación correcta. Los demócratas, para empezar, se han declarado en contra de mantener tropas en Iraq. Todos estaremos atentos a los planes que los candidatos tienen sobre inmigración -legal e ilegal-, acuerdos de comercio, control del calentamiento global, etc.
Aunque es muy arriesgado vaticinar en estos temas, me atrevería a decir que los republicanos no podrán ganar la elección de noviembre. Arrastran un lastre que parece insalvable. De momento la carrera por la candidatura demócrata podría interpretarse como la verdadera carrera por la presidencia.
4.1.08
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