A todos nos ha ocurrido en algún momento de nuestra vida que amamos a una persona, quien lamentablemente no nos corresponde. En mayor o menor medida mostramos nuestros sentimientos, nuestros deseos de aproximarnos a esa alma esquiva. Pero la historia de ahí no pasa.
En este libro de Haruki Murakami, el narrador nos lleva de la mano por una historia de amor no correspondido. Sumire es una muchacha que sueña con ser novelista, que abjura de los convencionalismos sociales y que, por alguna razón, es la persona a quien el narrador ama. Se conocen desde la época universitaria, y la mujer lo ha tratado desde entonces como su mejor amigo y confidente.
En una fiesta a la que debe asistir por compromisos con su familia, Sumire conoce a Miû, una mujer casada, que ronda los cuarenta, muy elegante y de buena familia. Desde la primera conversación, Sumire se enamora de esa mujer distante y atractiva. Cuando recibe de ella una oferta de trabajo cambia por completo de hábitos: deja de escribir, adquiere ropa convencional y trabaja en un despacho. Todo con tal de estar cerca de la mujer que ama.
El narrador conoce de Miû a través de Sumire. Nunca la ha visto o hablado con ella sino hasta una noche en que recibe una llamada telefónica. Miû lo llama desde Grecia, donde ha pasado unos dìas de vacaciones con Sumire. Esa llamada cambia la vida de los tres personajes.
Aunque no tan elaborada como Tokio blues, esta novela es una buena muestra del estilo de Murakami. En ambos libros se observan personajes que luchan por entablar relaciones amorosas en ambientes difíciles. Sputnik, mi amor no decepcionará a quien desee iniciarse en la novelística japonesa contemporánea.
24.8.07
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1 comentario:
preciosa literatura la de Murakami ;)
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