Mi padre tenía amigos en todos los planetas
y en la calle le saludaban contentas y coquetas
la Carne Asada y la Culo de Hierro
Reconocidas maestras del sexo y abnegadas
madres de todo aquel consternado
y le saludaba el alcalde
y el doctor
y los vagos
y sus compañeros de trabajo
pueblo que va
pueblo que frena
que se despide y sigue impaciente su camino
Mi madre observaba a mi padre
por el resquicio de los celos
pero él hablaba de fútbol y de política y de enfermedades
y de cualquier cosa
con esa sonrisa traviesa
ajeno a la lluvia de amor que le caía
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