5.3.07

Luz de invierno

He visto muy pocas películas de Ingmar Bergman, y siempre he tenido la curiosidad de saber por qué se le considera uno de los más grandes cineastas. Luz de invierno es una cinta más digerible que El séptimo sello, que es tal vez el más famoso de los trabajos del director sueco.

El pastor Ericsson es un hombre que intenta hacer su trabajo pastoral, pero que luego de la muerte de su esposa se siente vacío. Su mayor tormento es lo que él llama: "el silencio de Dios". ¿Cómo es posible que Dios se muestre indiferente ante el sufrimiento humano? Su desesperación le hace dudar si su vida ha tenido algún sentido.

Muchos de los habitantes del pueblo se han alejado del rebaño del pastor Ericsson porque éste tiene una relación con Marta, una maestra de escuela. A pesar de que tratan de mantener la relación en secreto, es evidente para todos lo que ocurre.

El pastor no desea casarse con Marta. El recuerdo de su esposa fallecida le obsesiona, y Marta es quizá el símbolo de su fracaso. Ella se considera atea, pero al final de la película ruega con todas sus fuerzas al Dios en el que no cree. Ericsson mantiene la relación como una rutina, un amargo sucedáneo de su primera mujer.

El actor Max von Sydow interviene en esta película. Interpreta al señor Persson, quien ha perdido la tranquilidad debido a las noticias que hablan del peligro de una guerra nuclear -en el año de 1962, cuando esta cinta fue exhibida, ocurrió la crisis de los misiles en Cuba. Nunca antes o después el mundo estuvo tan cerca de la hecatombe global-. El pastor Ericsson intenta consolarlo, pero no logra su objetivo. Persson se marcha de la iglesia y se suicida.

Con muy pocos recursos, pero con un guión intenso y muy buenas actuaciones, esta película es una bella muestra de cine. Más allá de si creemos o no en la existencia de Dios -no creo que la intención del director sea que nos planteemos este dilema-, vemos a un hombre que ha perdido la fe en sí mismo, que no le encuentra sentido a su vida ni al trabajo que ha hecho a lo largo de ella. Son las angustias que tiene la mayor parte de la humanidad.

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