14.8.06

Apagón

El jueves pasado llegué a mi casa luego del trabajo y descubrí que en mi colonia había un apagón. Me dijeron después que un camión había chocado con un poste conductor de líneas, por lo que la reparación llevó mucho tiempo.

La energía regresó a eso de la una de la mañana. Desperté y busqué mi celular. Ahí vi la hora. Un minuto después se reanudó el servicio. Antes de dormir preparé unas velas y me quedé en mi cuarto. En otra ocasión habría escuchado música o tocado la guitarra, pero en esa ocasión hablé por teléfono con un par de amigos, apagué la vela y me puse a hibernar.

Como a las siete, antes de cenar, había intentado leer a la luz de la vela. Será porque mis ojos no son los mismos de antes que no pude hacerlo. Cuando era niño, y los apagones nocturnos eran de lo más comunes, terminaba mis tareas escolares junto a un par de velas. No en pocas ocasiones me tocó estudiar de esa manera.

En la casa que vivía de niño había una tienda (una pulpería, o venta de abarrotes, como gusten). Mi abuela encendía una linterna que tenía una candela de gas neón, y los vecinos hacían su romería para comprar velas, cerillos y baterías, así como el resto de los víveres. La luz de nuestra linterna iluminaba lo suficiente para ver los artículos en venta, pero su luz era triste. Si pudiera adjudicársele el calificativo de melancólica sería la palabra que utilizaría.

Años después, durante el eclipse total de sol que hubo en Centroamérica el 11 de julio de 1991, ocurrió algo muy extraño: a medida que el sol se ocultaba detrás de la luna, su luz se fue pareciendo cada vez más a la de esa linterna que nos alumbraba en los apagones de mi niñez. Es uno de los recuerdos más vívidos que mantengo de ese día.

Es increíble la cantidad de recuerdos que pueden refrescarse con un apagón nocturno. Hagan ustedes la prueba cuando les toque el próximo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SI, LOS APAGONES ERAN COMUNES EN LA GUERRA. NOSOTRAS NOS REUNIAMOS CON LOS VECINOS A CONTAR COSAS DE MIEDO. COMO NO SE PODIA SALIR NOS PASABAMOS DE TERRAZA A TERRAZA Y NOS QUEDABAMOS GENERALMENTE EN LA NUESTRA (ERA MAS GRANDE Y COMO ERAMOS SOLO NINAS MI MAMI ESTABA AHI Y PREPARABA COMIDA), DESPUES YO NO PODIA DORMIR DE LO QUE HABIA ESCUCHADO. AHORA, CUANDO SE VAN LAS LUCES....MMMMM YA NO ES LO MISMO, YA NO ESTAN MIS AMIGOS Y YA NO SUBO LOS PIES AL SILLON PORQUE LA MANO PELUDA PUEDE APARECER Y HALARME AL INFRAMUNDO..JAJAJAJA SABES LO QUE RECUERDO DEL ECLIPSE, ESE HERMOSO COLOR PLATA DE TODO Y QUE LOS ANIMALES BUSCABAN DONDE DORMIR.... Y ESE FRIO. VOY A VER SI ESCANEO LA FOTO DE ESE ECLIPSE Y TE LA MANDO... SI, TENGO FOTOS UN VECINO LAS TOMO Y NOS LAS VENDIO EL DESGRACIADO...JAJAJAJA

Unknown dijo...

¡Qué comerciante tu vecino!