13.3.06

Día de locos

Ayer hubo elecciones municipales y legislativas en la Tierra de collares. Como de costumbre, el país se paraliza y todo gira en torno a esta actividad. Los centros de votación por norma general abrieron con casi una hora de retraso. Lo usual.

Los candidatos acostumbran votar por la mañana, rodeados de una gran cantidad de sus seguidores. La novedad de ayer fue que hubo grupos rivales que los esperaron para bañarlos de insultos. Como cosa extraña, casi no hubo observadores internacionales en la capital, pues la mayoría decidió trasladarse a las ciudades pequeñas.

Para no quedarnos atrás de nuestros hermanos costarricenses, aún no se sabe quién ganó la alcaldía de San Salvador. En el último conteo oficial, el FMLN iba adelante por menos de 200 votos, cuando faltaba por contabilizar menos del 20% de las urnas. Creo que nunca hubo una elección tan cerrada en la historia de la capital.

Para que no extrañemos el folklore nacional, anoche los dos candidatos más fuertes se declararon ganadores de la alcaldía de San Salvador. El candidato de ARENA lo hizo incluso arropado por el presidente de la república, quien es al mismo tiempo presidente del partido. ¿Quién ganará? No lo sabremos sino hasta dentro de dos días, cuando concluya el conteo definitivo. Todo apunta a que habrá un final de fotografía.

En la elección de diputados la cosa no está del todo clara, pero eso en cuanto a curules por partido. En lo que respecta a correlación de fuerzas, todo indica que el partido de gobierno y sus aliados de los últimos años mantendrán el control de la asamblea por un escaso margen.

3 comentarios:

Julio Suárez Anturi dijo...

¿Tú crees que se incuba un fraude?

Unknown dijo...

Eso es cosa del pasado. Lo que sucede es que padecemos de muchos problemas de organización todavía.

Recién escuché en la televisión lo que parece la luz al final del túnel: el fmln retendrá la alcaldía de la capital por los pelos. Una diferencia, al parecer, menor a los cien votos.

Aldebarán dijo...

A mi me parece que al partido oficialista se le pasó por la cabeza cometer fraude. Las condiciones no estaban dadas para ello: la supervisión de la OEA, la presión del partido de oposición, los demás partidos políticos. Todo eso evitó el fraude.