22.2.06

El circo llegó al pueblo

Una de las cosas que más odio es el período de la campaña proselitista. Los principales partidos políticos nos intoxican con sus mensajes burdos y ofensivos. El partido de gobierno, para no quedarse atrás de sus anteriores actuaciones, acusa ahora a su principal enemigo de estar aliado con los pandilleros.

Se supone que si yo tengo la certeza de una acusación tan grave estoy en la obligación de presentar pruebas para que la justicia haga su parte. Sin embargo, esta arma electoral se quedará en una acusación de campaña, que incluso es repetida por los funcionarios de gobierno.

El periódico electrónico El faro ha incluido un reportaje al respecto, además de otro que denuncia el movimiento de votantes hacia otros municipios para favorecer a uno u otro partido. Lo más triste de todo es que se trata de una práctica común entre los principales institutos políticos. No hay nadie que pueda rasgarse las vestiduras.

La campaña electoral debería durar sólo un mes, pero en realidad estamos inmersos -y ya muy aburridos- en ella desde hace un año. Una encuesta dada a conocer esta semana dice que casi todos los votantes de los principales partidos continuará con su preferencia. ¿Para qué entonces gastar tanto dinero en pintas y pegas, en anuncios televisivos y tonaditas, en guerra sucia y mensajes anónimos? Y pensar que todavía faltan tres semanas de lo mismo...

Lo único que me consuela es que luego de esta votación tendremos tres años de descanso. Las peleas se refugiarán, como siempre, en la asamblea legislativa (así, con minúsculas).

2 comentarios:

Julio Suárez Anturi dijo...

Uf. Cierto. Nada tan cargante como esos períodos de la democracia. Si plantearan algo constructivo, sería una fiesta ideológica, pero quienes aspiran al voto pareciera que son más lerdos que los votantes, quienes terminan siendo lerdos votando por aquellos.

Anónimo dijo...

Sabes lo que más me digusta de estas "descargas publicitarias", que sin ningún escrúpulo invaden nuestra privacidad, ahora han optado por llamar por teléfono y ponerte grabaciones con la propaganda. Ya recibí como 4 llamadas de ese tipo y se supone que mi número de teléfono es "privado", son una lacra.