28.2.10

Purgatorio


Encontré este libro el año pasado pero no lo compré. Como siempre, había un montón de lecturas atrasadas. Me convencí de que habría un momento adecuado para comprarlo. Ese momento llegó hace un par de semanas, luego de la muerte de Tomás Eloy Martínez. El mejor homenaje que se le puede hacer a un escritor es leer sus libros.

Al igual que en otros trabajos de ficción, Martínez se coloca como un personaje más en el texto. Su estilo periodístico nos lleva a creer que leemos una crónica, un recuento de la realidad. Pero poco a poco entramos en el terreno de la ficción mezclada con hechos verídicos. En esta ocasión conocemos la historia de Emilia Dupuy, quien treinta años después de la desaparición de su esposo lo encuentra en un restaurante de Nueva Jersey.

Lo insólito del caso es que Simón Cardoso, el esposo de Emilia, no ha envejecido un solo día desde que un grupo de policías los separó en un puesto de control en Argentina. Emilia confió siempre en encontrar a Simón, a pesar de que varios testigos mencionaron en un juicio que fue asesinado luego de recibir tortura. Fue uno más de los miles de casos para los que no hubo respuesta.

El autor -como personaje- y Emilia viven en Nueva Jersey. Traban amistad debido al interés del primero por conocer algunos detalles sobre la elaboración de mapas. Emilia es cartógrafa, al igual que lo había sido su marido. Fue por ello que habían viajado a una zona remota en la Argentina, donde una patrulla policial los detuvo y los llevó a la cárcel. Simón nunca volvió a Buenos Aires.

La narración se traslada entre los hechos que ocurrieron en la Argentina durante la dictadura militar de 1976 a 1983 y los meses en los que Emilia coincide con el autor. El padre de Emilia era un periodista muy famoso, allegado al régimen, que intentaba limpiar la imagen de los militares. El señor Dupuy era un hombre muy influyente, del que luego se sospechó que estuvo involucrado en la desaparición de su propio yerno.

Cuando Emilia se encuentra con Simón, treinta años después de que éste desapareciera, las sensaciones que estaban muertas vuelven a presentarse. El amor sigue intacto, pero se levanta el deseo, la pasión que alguna vez llegó a sentir por un hombre al que buscó en vano por todo el continente, siempre detrás de una pista falsa. Un día Emilia desaparece sin dejar rastro. La policía inicia las investigaciones. Es entonces cuando el autor recibe una llamada de la mujer, donde le dice que quiere presentarle a su esposo.

Martínez menciona en una de las últimas páginas de la novela que la escritura de ésta lo levantó de la cama luego de sufrir un prolongado tratamiento contra el cáncer. Acaso ya temía que fuera la última novela que nos entregaría en vida. Sus recuerdos se mezclan con los de Emilia, con los de su país de origen. Han pasado muchos años desde el fin de la dictadura militar argentina y las heridas apenas empiezan a cerrar.

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