25.12.09
Inglourious Basterds
Tenía mucha curiosidad por ver esta película, ya que las críticas han sido en general muy favorables. Si conocen el estilo de Quentin Tarantino, ya podrían sospechar que habría mucha violencia y falta de escrúpulos de parte de los personajes. En cuanto a lo primero, hubo menos de la que esperaba.
Durante la segunda guerra mundial, una unidad de soldados estadounidenses se infiltra en Francia con el propósito de matar nazis con la mayor crueldad posible. El líder ha reunido sólo a soldados judíos, a quienes les dice que deben obtener al menos cien cabelleras cada uno. En efecto, una de las firmas que dejan para que los reconozcan es que le quitan las cabelleras a sus enemigos.
El principal imán para la taquilla es la presencia de Brad Pitt, pero quien se roba la cartera en esta película es el actor austríaco Christoph Waltz, quien interpreta al Coronel Hans Landa. Es el villano que acosa a los héroes. Es un hombre inteligente y despiadado. Tarantino ha afirmado que buena parte del éxito de la película se debe a la actuación de Waltz, quien ganó el premio del festival de Cannes por su interpretación.
Uno de los detalles que me sorprendió es que hay algunas referencias al género de cine llamado Spaghetti Western. Hay ciertas melodías que acompañan a escenas que provienen de ese género, y que son identificables con facilidad. Una de ellas es en la que observamos al Oso Judío salir de una cueva con un bate de béisbol. Es una clara referencia a la imagen de los pistoleros que hacían su aparición en una calle del pueblo del oeste donde se iba a efectuar una masacre.
Además de las referencias al Spaghetti Western, Tarantino hace otras que son muy curiosas. Por ejemplo: uno de los alemanes que forma parte de la unidad comandada por Aldo Raine (Pitt) se llama Hugo Stiglitz. Éste es el nombre de uno de los más conocidos actores mexicanos de los años ochenta, que protagonizó películas de narcos y pistoleros.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario