10.6.09

El lector


Confieso que no sabía que la película protagonizada el año pasado por Kate Winslet -y que le valió el galardón del Oscar a la mejor actriz- estaba basada en una novela. Según tengo entendido, este libro tuvo mucho éxito en Alemania hace más de diez años.

Benhard Schlink, autor del libro, estudió derecho y cultivó también la literatura. Esta novela guarda algunos rasgos biográficos, pero se centra más en el tema de la culpa colectiva que arrastra Alemania desde la época de la segunda guerra mundial. El fardo del nazismo aún tiene peso en las generaciones actuales.

Michael Berg era un adolescente a mitad de la década de los cincuenta. En esa época sufrió una hepatitis y fue auxiliado por una mujer cuando se sintió mal en la calle. Tardó varios meses en recuperar por completo la salud. La madre de Michael le sugirió que agradeciera a aquélla mujer las molestias que se había tomado. En ese momento no sabía que el encuentro marcaría el resto de su vida.

Hanna Schmitz trabajaba como inspectora en el tranvía. El romance que inició con Michael se prolongó durante varios meses, en los que el muchacho mantuvo oculta la relación a todos sus conocidos. Pero la mujer desapareció sin previo aviso, renunció a su trabajo y se mudó a una ciudad diferente. Michael nunca se repuso por completo de esa pérdida.

Michael tuvo la oportunidad de ver de nuevo a Hanna cerca de diez años después. Cuando aquél estudiaba leyes en la universidad recibió una asignación en una de sus clases. Asistió a un juicio en el que cinco mujeres fueron acusadas de cometer atrocidades contra prisioneras judías en un campo de concentración durante la segunda guerra mundial. Una de esas mujeres era Hanna.

El autor hace un paralelo entre la relación de Hanna y Michael con la relación que existe entre diferentes generaciones de alemanes. ¿Es posible perdonar a una persona que se vio obligada a participar en la guerra? ¿Puede condenarse a las personas que no se opusieron al régimen dictatorial con firmeza? El gran éxito de este libro en Alemania nos muestra que el tema sigue vigente.

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