Más que humano

Raymond Chandler dijo en un ensayo que en el género negro había tanta basura como en el resto de la literatura, pero que la desventaja era que el género negro publica un porcentaje mayor de esa basura en comparación con la literatura seria. Acaso la misma premisa puede aplicarse al science fiction. De ahí que muchos críticos y estudiosos las dejen de lado.

El libro Más que humano, de Theodore Sturgeon, es una de las obras maestras de la ficción científica. Sin embargo, es poco conocida por los lectores de la literatura en general. Es difícil encasillarla en un género específico: narrativa científica, fantasía, incluso literatura a secas. No ha perdido su vigencia a más de medio siglo de su publicación.

Un vagabundo que no puede hablar consigue alimento con sólo mirar a los ojos a las personas que encuentra, quienes no comprenden por qué vencen su repulsión y ayudan al idiota. Una niña que mueve objetos con el poder de su mente es rechazada por su madre, quien la desprecia y desea deshacerse de ella. La niña encuentra a dos mellizas, de raza negra, que se desvanecen en el aire a voluntad y traspasan habitaciones cerradas. Todos ellos han de encontrarse para formar una entidad, un paso más en la evolución humana.

Pero faltaba una pieza. El idiota es recibido por un matrimonio que vive en una granja. Han perdido a un bebé, y permiten que el vagabundo se quede con ellos. Le enseñan a trabajar y consiguen con mucha paciencia que aprenda a hablar. Así conocen su nombre: Lone (solo). Parece que todo seguirá igual durante mucho tiempo, pero el embarazo de la mujer cambia los planes de la pareja.

Lone se marcha a vivir al bosque. Regresa a la granja luego de mucho tiempo y descubre que el hombre que le había dado cobijo se encuentra solo con el bebé, que padece una enfermedad mental. El granjero luce trastornado. Lone se lleva al bebé al bosque. Junto con las tres niñas descubre que el chiquillo es capaz de razonamientos más allá de lo normal. Sólo las niñas son capaces de entenderlo. Las mellizas son los brazos ejecutores, y Lone es la cabeza que recoge información del mundo exterior. Janie, la telekinética, se vuelve luego la única intérprete de los pensamientos del bebé. Casi como en un ejercicio construyen una máquina antigravitacional para ayudar al granjero a mover con facilidad su viejo camión sobre los campos de cultivo.

Algunos años después Lone encuentra a Gerry, un huérfano que vive por su cuenta. El muchacho no lo sabía al momento de unirse al grupo, pero con los años descubre que es el reemplazo de Lone. No le fue fácil descubrir su potencial, y cuando se convierte en la cabeza de la entidad, el Homo Gestalt, comprende que juntos forman la criatura más poderosa que ha existido.

Pero este no es el último capítulo del nuevo ser. Durante años una persona los ha buscado, sin saber de su existencia. Hip Barrows descubre la máquina antigravedad pero la pierde casi al mismo tiempo en un incidente poco claro. Su mundo se derrumba y se convierte en una sombra de sí mismo. Con muchas dificultades descubre las pistas que lo conducen al borde de la verdad. El enfrentamiento final contra el Homo Gestalt cambiará su vida para siempre.