Hace unos días leí en el periódico que Aurora Bernárdez, quien fue la primera esposa de Julio Cortázar –y quien se encarga de administrar los derechos de su obra-, encontró junto con un académico una gran cantidad de manuscritos del autor. La gran mayoría de esos textos nunca fueron publicados.
La editorial Alfaguara publicará este año un libro con buena parte de este material, bajo el título “Papeles inesperados”. Incluirá cuentos, poemas, ensayos, un fragmento de novela y otros textos. Según lo que anuncia la editorial, el libro servirá para observar la evolución del escritor argentino, de sus primeros atisbos literarios hasta la formación de la figura mundial.
La noticia ha coincidido con el 25 aniversario del fallecimiento de Cortázar, que se cumple el día de hoy. En diversas partes del mundo se han programado actividades para recordar al gran cronopio. La publicación de los textos antes mencionados será uno de los principales puntos de la conmemoración. En los próximos meses comenzará su distribución en Latinoamérica.
No recuerdo si fue en el año 1984 ó 1985 que leí un artículo en un suplemento literario local que hablaba acerca de la muerte de Cortázar. Es probable que fuera una de las primeras ocasiones en las que tenía noticias suyas. En ese entonces no teníamos la facilidad de la Internet, las noticias llegaban mucho más despacio. En los años de la guerra civil no había manera de conseguir sus libros. Ahora basta con ir a cualquier librería y buscarlos en los estantes.
El artículo que leí sobre la muerte de Cortázar hablaba de cierta polémica suscitada por la petición del gobierno sandinista para retrasar el sepelio a fin de que una delegación que viajaba desde Nicaragua estuviera presente. La familia doliente rechazó el pedido y continuó con sus planes. No recuerdo más detalles, pero el que ahora relato me ayudó a comprender por qué sus libros estaban ausentes en nuestras librerías.
12.2.09
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3 comentarios:
Ya, pero como que no es lo mismo, ¿no? Si hubiese sido publicado en vida se podría decir que estamos ante una leyenda, pero si al genio no le pareció bien que se publicara (por el motivo que sea), nosotros, que a fin de cuentas, somos más o menos, aprendices..., quiénes somos para valorarle lo que él no puso para valorar??
de algún modo digo yo
En efecto: esta es una crítica que se repite con insistencia. ¿Por qué publicar algo que el autor quiso dejar inédito? En la mayoría de casos, estos textos son de calidad inferior.
Pero hay una gran excepción: antes de su muerte, Franz Kafka pidió a su amigo Max Brod que quemara sus textos inéditos. Qué bueno para nosotros que no lo hizo. De lo contrario nos habría privado de las grandes novelas que ahora conocemos: El proceso, El castillo, Amérika.
es posible que Cortázar no haya querido publicarlos por alguna razón concreta y válida... sin embargo, me encanta la idea de leer nuevos detalles de esos seres verdes y húmedos que bailan tregua y catala
saludos!
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