26.1.09
¿Acaso no matan a los caballos?
Tengo un recuerdo difuso de una película en la que hay un concurso de resistencia de baile, en el que ocurren diferentes dramas entre las parejas que participan del maratón. No estoy seguro si es la misma que la filmada en 1969, basada en el libro de Horace McCoy.
Tengo un claro recuerdo de cómo termina esa película que creo es la misma que protagonizaron Jane Fonda y Michael Sarrazin. Pero al leer el libro me di cuenta que los finales son distintos. Podría ser que el director, Sidney Pollack, tomara una licencia artística para cambiar su versión. Si alguna vez veo esta cinta despejaré mis dudas.
Pero el libro vive por sí mismo. En la época de la gran depresión, Gloria y Robert llegan a Hollywood en busca del sueño del oro. La falta de oportunidades los lleva a entrar al concurso de resistencia, donde esperan llamar la atención de algún estudio cinematográfico. Pero lo que encuentran es un pequeño mundo lleno de dramas tan graves como el que ellos llevan a cuestas.
Los organizadores del concurso de baile someten a los participantes a pruebas sobrehumanas a fin de acaparar audiencia. Mientras tanto, Gloria decide que no tiene cabida en este mundo y que lo mejor sería morir. Robert intenta animarla, pese a que cada vez se siente más alejado de ella. La señora Layden, una anciana que llega todas las noches a presenciar el concurso, simpatiza con la pareja, en especial con Robert. Le pide que una vez termine ese espectáculo la busque.
A medida que transcurren las semanas más parejas son eliminadas. El mecanismo de eliminación principal son las carreras. Cada pareja corre en un óvalo, y la que completa menos vueltas es suprimida. Pese a la fatiga, los concursantes hacen un gran esfuerzo. Cada semana hay más deserciones, y las veinte parejas finales demuestran que cualquiera puede llevarse el gran premio.
McCoy logró con este libro reproducir la difícil época de la gran depresión. Con sutileza, sin moralinas, nos muestra la degradación de la sociedad durante el período anterior a la segunda guerra mundial. Hay parejas que vagan por todo el país en busca de estos concursos. Es la única manera que tienen para ganar dinero y ahorrarse el pago de algunas semanas de renta. Su sufrimiento se convierte en una mercancía que pueden vender en un espectáculo al que todos están invitados.
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