Hoy por la tarde fui a una feria de libros que se lleva a cabo en una universidad. Por la experiencia de años anteriores sabía que no debía hacerme muchas ilusiones de encontrar títulos interesantes. Casi todo lo que está en exhibición es lo mismo que se encuentra en los locales de cada empresa.
Pero en esta ocasión sí que encontré una joya. Al menos desde el punto de vista histórico. Se trata de un libro viejo, uno de los títulos menos conocidos de Salarrué. Cuando lo vi consulté la información de la editorial: se trata de una primera edición.
El libro está muy bien conservado. No tiene subrayados. Parece que nadie lo ha leído. Lo compré sin dudarlo, me costó una bicoca. Luego, cuando venía a mi casa, recordé un detalle curioso acerca de las primeras ediciones.
En la Tierra de collares las primeras ediciones suelen ser las únicas. Un autor puede sentirse afortunado si su editorial le propone al menos una segunda edición. Una tirada de 1,000 ejemplares es lo habitual. Sólo los buenos vendedores: Salarrué o Manlio Argueta, tienen ediciones anuales, que incluso alcanzan los miles de ejemplares.
En mi casa tengo muchas primeras ediciones nacionales. Es una lástima que la mayoría no logre al menos una segunda edición. ¿Será posible que, dentro de 40 años, un lector se emocione al encontrar un libro nacional publicado en 2008? Espero que sí.
24.4.08
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