17.12.07

Los pilares de la Tierra


Escuché de este libro por primera vez hace muchos años. Una amiga me habló de un libro en el que la construcción de una catedral era el pretexto para hacer una visita a la edad media en Inglaterra, en el siglo XII. El sistema feudal comenzaba su lento declive.

A lo largo de tres generaciones observamos la destrucción por el fuego de la antigua iglesia de Kingsbridge, los planes para la edificación de la nueva y la lenta construcción de ella. Tom el constructor (Tom Builder), un albañil que va de ciudad en ciudad en busca de proyectos en los que pueda emplearse, conoce al prior de Kingsbridge y juntos comienzan la realización de ese inmenso sueño.

Los antagonistas de la historia pertenecen a la familia Hamleigh. Primero Percy y su esposa Regan, luego William, el hijo de ambos. Era una familia terrateniente que tenía gobierno sobre las tierras y hombres que estaban en sus dominios. La guerra civil entre el rey Stephen y la emperatriz Maud proporcionó a los Hamleigh de la oportunidad de hacerse con títulos nobiliarios y favores especiales de la realeza.

Alfred y Jack, el hijo e hijastro de Tom, se ocuparon posteriormente del proyecto de la catedral. Alfred cometió un grave error de diseño, lo que provocó el derrumbe de una sección de la iglesia. Esto retrasó la construcción durante años. Jack había viajado por España y Francia, y observó distintos estilos arquitectónicos. A su vuelta a Kingsbridge retomó el trabajo de Tom y se empeñó en cambiar el estilo de la iglesia hasta convertirla en una de las más bellas de Inglaterra.

Los Hamleigh tuvieron fuertes disputas durante décadas con el prior de Kingsbridge, pues el despegue de esta ciudad eclipsaba en parte la ciudad de Shiring, donde aquéllos tenían sus dominios. Sus ambiciones se expandían en varias latitudes, y parecía que Philip, el prior, estaba siempre ahí para detenerlos.

Ken Follet, el autor de este libro, cuenta que lo escribió por la fascinación que despertó en él las visitas que hizo a varias catedrales. Él es conocido como un autor de thrillers, de best sellers de espionaje. Sus editores no estaban muy convencidos cuando les habló de Los pilares de la Tierra. Sin embargo, esta novela histórica se ha convertido en su texto más exitoso. Este año ha lanzado Un mundo sin fin, que se supone es la continuación. Está ambientada en la ciudad de Kingsbridge, pero dos siglos después. El marco de referencias no será en esta ocasión la construcción de una catedral gótica, sino la guerra de los cien años y la terrible sombra de la muerte negra: la peste.

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