Mi cámara estaba en el taller. Recién me la entregaron hoy, así que no pude llevarla a la excursión de ayer al volcán de Izalco. En esta ocasión dependí de unos amigos que fueron al paseo y que me han enviado algunas de sus fotos.
La temperatura a las nueve de la mañana era fría -para los estándares de la Tierra de collares-. Calculo que había entre 12 y 15 grados centígrados. En la sombra teníamos que ocupar chumpas o suéteres. Siempre recuerdo llevar bloqueador solar a estos viajes. El sol quema y no se siente porque el clima no lo delata.
Me llamó la atención cómo se ha erosionado la pendiente que se utiliza para bajar del cráter del volcán. Hace más de diez años que subí por primera vez. En ese entonces la grava formaba una rampa por la que era más fácil el descenso. Ahora, después de muchos años, se está formando un canal que cada excursionista contribuye a ahondar. Se observa roca rojiza que se desprende con facilidad.
Es probable que dentro de algunos años se tenga que elegir otra ruta de descenso. Debido a la poca vegetación que crece en sus pendientes, el volcán de Izalco es muy susceptible a la erosión.
29.10.07
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