Durante la pasada feria nacional del libro, la Dirección de publicaciones e impresos nos ha entregado un bello libro de poesía de Jorge Galán. En lo personal, es el poemario que más me ha gustado de este autor, uno de los más importantes de los nacidos en la década de los setenta.
El ritmo y contenido de las composiciones nos muestran a un poeta maduro, que nos ofrecerá muchas y hermosas joyas en los próximos años. La habitación es un simil del mundo del autor, que conocemos a medida que leemos. Aquí les dejo un ejemplo:
La habitación es blanca, verde, sucia.
Sedimento de luz es su ventana.
No posee ni alfombras ni cortinas
su puerta es gris espeso como niebla
su piso es de un color un tanto sepia:
mariposas de polvo lo hacen frío.
Cierta humedad recrea en sus paredes
las extrañas siluetas de dos niños
que parecen tocarse y no se tocan.
Cada noche la sombra los abarca:
alta marea oscura que los borra.
Un aroma glacial colma su ámbito,
una respiración nutre ese aroma,
alguien respira y vive sin saberlo,
alguien que permanece en esa inercia
igual que la carencia en el silencio.
Habita en su ventana un cielo pálido
que ha intentado y no puede ser el cielo:
un cadáver tendido sobre el mundo
que tampoco es el mundo sino un sueño.
10.9.07
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