Hoy fue mi primer día de trabajo luego de las vacaciones agostinas. Lo primero que advertí en la mañana fue el incremento de tráfico. ¡Si hasta tuve que esquivar un carro que me salió al paso! Si hubiera estado distraído habríamos chocado.
Como ha sido la norma en los últimos años, el calor es muy fuerte cerca del mediodía aun en el mes de agosto. Cada vez que salía de la oficina regresaba sudando, con gran añoranza por el aire acondicionado. Bien dicen que con el tiempo nos volvemos más cómodos.
Hoy fue el día de revisar computadoras o baterías que no encienden, equipos de comunicación que estaban desconectados y revisar una carretada de correos que estaban pendientes de contestar. En uno de los estacionamientos encontramos unos gusanos melenudos de tamaño familiar, que obsequian una quemada fantástica al contacto.
También fue el día para contar qué hicimos durante las vacaciones. Algunos con sus fotos, y otros con su piel quemada por el sol playero. Lo que lamenté fue la escasa oferta de películas en las cadenas de cines. La semana pasada fue temporada alta para los rentavídeos, y esta semana para los prestamistas. Luego de un viaje a la playa con toda la familia los fondos quedan escasos.
7.8.07
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