Por fin llueve

No podemos regular cuánta lluvia caerá, así que el retraso en el inicio de la estación ha generado incertidumbre. Tenemos que resignarnos a invocar al dios de la lluvia (Chac o Tláloc, como ustedes le llamen) para que abra el grifo del cielo.

El fin de semana estuve de viaje por Chalatenango (en el norte del país). Me sorprendió mucho el bajo nivel de los ríos, a pesar de que estamos a finales de mayo. En nuestro país la estación lluviosa transcurre entre mayo y octubre. Los agricultores han retrasado el inicio de los cultivos porque no hay suficiente humedad acumulada en los suelos.

Por eso la lluvia de hoy fue recibida con sonrisas. Las presas hidroeléctricas tienen niveles muy bajos en sus embalses. De no haber llovido en estos días se tendría que haber generado más energía procedente de las centrales térmicas, las que queman combustible. La factura de energía subiría aún más.

No faltará la calle o el río que se desborde por estas primeras lluvias, de eso no nos salvamos. A lo mejor por fin veremos a los zompopos que son característicos de la temporada. Cada vez salen menos de ellos, obviamente por el deterioro ecológico. Cuando era niño, los patios de las escuelas estaban infestados de estos insectos luego de las primeras tormentas.