Esta noche asistí a una conferencia en la que se presentaron varios métodos para enseñar a los niños la costumbre de la lectura. El más importante, sin duda, consiste en predicar con el ejemplo: si un niño ve que sus padres son buenos lectores, existen grandes posibilidades de que tienda a imitarlos.
La conferencista ofreció algunas técnicas adicionales: lecturas en voz alta, visitas conjuntas a librerías y bibliotecas, obsequiar a los niños los textos que ellos elijan, lectura a diario, etc. La idea general es la creación del hábito.
Para que este hábito no se vuelva imposición también se aconsejó que la lectura nunca debe volverse un castigo. No debe separarse a los niños de sus actividades favoritas para obligarlos a leer. Eso sólo provocará que los libros se vuelvan enemigos. Tampoco se le debe exigir a un niño que lea un texto que no le llame la atención, pues a su edad debe buscarse que se enamore de lo que está leyendo.
Cuando escuché estos consejos recordé mis primeros años, donde no tenía muchos libros a mi alcance. Sin embargo, siempre había una colección de relatos, un pequeño volumen de cuentos, un libro de texto con historias interesantes por descubrir. Así fue como descubrí El principito y Platero y yo a los ocho años.
A decir verdad, no fui un gran lector en mi infancia y adolescencia. No creo haber sido un gran lector alguna vez, aunque desde hace diez años me he abierto a diversas corrientes literarias, que antes sólo conocía de oídas. Envidio a los amigos que parecen haber leído todo lo que se ha escrito. Son para mí unos héroes.
9.3.06
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3 comentarios:
Que interesante su post. Yo agregaría (por experiencia propia) que algo que cultiva el habito de la lectura es aprender a leer bien y de corrido desde pequeño. Mi mamá no es muy lectora que se diga, pero a ella le debo que a los 5 años pudiera leer bien (lo que se dice bien) y aun mas a comprender lo que se lee. Y siempre ella y mi papá se aseguraron que hubieran libros en casa. No puedo decir que he leido lo que todo lector deberia haber leido, pero he leido bastante y creo que en parte ha sido porque podia leer y comprender lo que leía desde bien pequeño. Saludos
hum, ¿detecto una falsa modestia? Tú has leido bastantes cosas que muchas personas no han leído. Acéptalo. Que hay personas que sí parecen haber devorado muchos más libros te lo acepto. Y en este punto comparto tu envidia.
saludos
Otra cosa que da una envidia galana es el tamaño de algunas bibliotecas, y la cantidad de tesoros que ahí se guardan.
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