26.12.05

Navidad

Confieso que desde hace muchos años estoy peleado con esta época, con la forma como celebramos la Navidad. Aquí incluyo el enlace para que lean un artículo de la periodista Lauri García Dueñas, en el que recoge algunas impresiones sobre la temporada en los centros comerciales y negocios de San Salvador.

A finales de diciembre me vuelvo un poco Grinch -por cierto, en la versión animada de esta historia, que vi por primera vez cuando era niño, el personaje en la traducción al español fue llamado Odeón-. Me revienta bastante el materialismo al que hemos llegado. Toda esa pila de Santa Claus no me gusta nada. ¿Qué se hizo el niño Dios? ¿A dónde lo escondimos?

Sin embargo, he tratado de disfrutar la nochebuena sin hacerme amarga la vida. La pasé con mis familiares, y luego, a medianoche, pude observar las luces de los juegos pirotécnicos que a esa hora suenan con mayor fuerza por todos los rumbos. Traté de no comer demasiado, porque siempre me cuesta soltar las libritas que gano con tanto manjar que las mamás y abuelas preparan.

Muchas felicidades en estas fiestas a todos los que leen este blog. Les deseo que pasen una linda temporada junto a su familia. Espero que lean muchos libros y que vean buenas películas, que asistan a ricas cenas y que disfruten con los postres. Por cierto, en nochebuena probé la cena tradicional de mi familia: gallo en chicha.

6 comentarios:

Julio Suárez Anturi dijo...

Para tí también, Salvador, reitero mi abrazo fraterno.
Antes me ponían un poco tristón estas festividades que son, como bien anotas, comercio y alcohol. Después, tuve que trabajar muchos años en estos tiempos, en turnos que hacíamos tanto en radio como el prensa y televisión, porque esa molienda no para.
Este período hizo que me desprendiera un poco de estas fechas. Y con la separación, pues pasé tres años solo, por lo que casi perdí el sentido de involucramiento.
Pero la natividad de Jesús sigue por sobre todo, aún cuando los comerciantes quieran convertirla en su aguinaldo. Jesús, hijo de Dios hecho hombre. Esa es la razón de estas fechas, y no otra.
Salvador, por acá gallo es el ave macho y chicha un producto fermentado que, si se toma solo, embriaga; también en Colombia es así. ¿Quieres contarme la receta de gallo en chicha? Quizás pueda prepararla y compartir a la distancia un plato de allá.

Pilar dijo...

Tienes mucha razón, en general. Pero también es una cuestión de actitud, uno puede abstraerse del materialismo y disfrutar la navidad con un sentido casi personal si lo deseas. Yo me tomo el desafío con mis hijas, espero aportar al mundo dos mujeres que vivan la navidad con su verdadero sentido, si no lo hacen de grandes no será por que no les enseñé...

Saludos afectuosos desde Chile, hay mucho y bueno que leer por aqui, hasta pronto entonces.

Aldebarán dijo...

Gracias, Arbolario. Te deseo un feliz año nuevo, desde ahora. Efectivamente, la comilona en estos días es maravillosa, pero difícil de digerir y de rebajar durante el mes de enero.

saludos

Unknown dijo...

Un saludo a todos por su complicidad en estas fiestas y durante todo el tiempo que el blog ha estado activo. En verdad que ha sido muy satisfactorio estar en contacto con ustedes.

¡Felices fiestas!

Anónimo dijo...

Mis mejores deseos de paz, salud y amor en compañía de los suyos, no solo en éstas fechas, sino siempre. Un abrazo para tí Salvador y para todos los amigos que visitan tu blog.

Julio Suárez Anturi dijo...

Hoy, 2 de enero, acabo de leer un texto de José María Romera, que tengo enlazado en mi bitácora, en defensa de estas festividades y su enloquecido comercio de baratijas. Muy divertido, si se lee desprevenidamente.
Y más gracioso todavía, el comentario que hace un lector y la respuestas sincera de José María.