28.11.05

Jugadores

Éste es un libro extraño. Don DeLillo escribió Jugadores en la década del setenta, cuando el tema del terrorismo no había alcanzado la repercusión que mantiene ahora en las agencias de noticias. Un factor inquietante adicional es que algunos de los hechos del libro se desarrollan en el World Trade Center, que sería reducido a cenizas en los atentados de septiembre de 2001.

La biografía de DeLillo en Wikipedia menciona que es uno de los principales escritores del posmodernismo. En Jugadores la experimentación propia de esta corriente es reducida. Sin embargo, sí está presente el tedio de la vida moderna, el vacío que ha generado la sociedad de consumo, la aparente falta de incentivos para mantener la ilusión de un matrimonio.

Los miembros del grupo terrorista que prepara un atentado en contra de Wall Street son seres atormentados, que no tienen otra forma de llamar la atención para explicar su inconformidad con su país. Porque los combatientes son seres marginados de la sociedad de Estados Unidos: idealistas, empobrecidos, solitarios, individuos anónimos dentro de esa masa formada por cientos de millones de personas.

El paralelo del conflicto se encuentra en la vida de Pammy y Lyle, un matrimonio neoyorquino que se ve envuelto en situaciones anómalas, que rompen por completo su rutina. ¿Qué es lo que se esconde bajo un manto de supuesta normalidad? Toda persona tiene un conflicto importante que debe resolver, y hacerlo no garantiza la felicidad.

3 comentarios:

Julio Suárez Anturi dijo...

Pero ¿acaso puede pensarse que quienes están contra las instituciones o el sistema (esos idealistas, individuos anónimos, que me recuerdan un poco algún texto de Sartre) son "gente sana"? También ellos tienen, como bien lo señalas, un conflicto interior qué resolver, y hacerlo por esa vía no les otorga felicidad?
Interesante.

PD.-En átomos volando quedó mi bitácora. Así que recién abrí otra. Ya sabes que esa tu casa.

Julio Suárez Anturi dijo...

(favor omitir el signo "?" después de felicidad)

Unknown dijo...

Me alegra que continués con este esfuerzo, Julio. Estaré pendiente.