3.12.08

Una caña de pescar para el abuelo


La semana pasada recibí un bello obsequio: un libro de cuentos de Gao Xingjian, el Premio Nobel de Literatura del año 2000. De este autor sólo conocía La montaña del alma, su novela más conocida. Una muy buena novela, por cierto.

El estilo de Xingjian es suave, su prosa es tranquila, con pocos sobresaltos. Su gozo principal es la elaboración de las historias con un lenguaje sencillo. En el cuento El templo de la bondad perfecta descubrimos a una pareja de recién casados que en su viaje de bodas decide detenerse en una ciudad pequeña sólo porque sí. Hacen una excursión al templo en ruinas y conocen ahí a otra pareja: hijo y padrastro.

El accidente narra un suceso lamentable: un hombre en una bicicleta cruza de manera imprudente una calle. Junto con él viaja un niño, en un carrito al que la bicicleta arrastra. El conductor de un autobús, que lleva la dirección contraria, no puede evitar al hombre y lo golpea. Éste apenas tuvo tiempo de evitar que el niño también fuera arrollado.

El calambre es mi texto preferido. Un nadador se ha alejado bastante de la orilla y sufre un calambre inoportuno en el estómago. Durante mucho tiempo no sabe si logrará llegar a la playa. En el parque es otro bello texto. Una pareja se reencuentra luego de muchos años, sólo para descubrir que incluso la amistad entre ambos es un sentimiento muy doloroso.

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