Los héroes tienen sueño

Hace muchos años que leí este libro de Rafael Menjívar Ochoa por primera vez. Había olvidado una gran cantidad de detalles, como los comentarios mordaces que el narrador intercala en su historia. Ayudan a aliviar la atmósfera sangrienta que las páginas nos van confiando.

Pero estos comentarios mordaces nos ayudan también a penetrar en la personalidad de los protagonistas. El narrador es un policía de un grupo secreto, que junto al Ronco y al Perro se encargan de hacer los trabajos que les encarga el Coronel. Éste es uno de los jefes de sección más eficaces del gobierno. Su grupo se encarga de hacer trabajos que nadie más está dispuesto a realizar.

Cuando el narrador le dice a su superior que ya no quiere seguir en el grupo, éste intenta convencerlo de que se quede prometiéndole que lo ascenderá a la jefatura una vez se retire. Más tarde se descubrirá que hizo la misma promesa a todos sus subalternos.

El estilo de la novela es ágil. Una de sus principales virtudes es la facilidad con la que seduce al lector. Una vez capturada la atención no puede cerrarse el libro. Es una narración veloz, directa. No le sobra ni le falta una palabra. De las historias de género negro que he leído de Rafael, ésta es mi favorita.