21.3.08

Petróleo sangriento


Por extraño que parezca, la traducción al español del título de esta película -There will be blood- se parece más al nombre del libro en el que está basada -se trata de Oil!, de Upton Sinclair-.

Según he leído en las críticas, la película se distancia bastante de la trama original del libro. Deja de lado la pugna que surge entre el magnate y su hijo por las condiciones de trabajo en las que operan sus empleados. Se enfoca más en el surgimiento de la industria del petróleo en el estado de California, en la pérdida de humanidad de Daniel Plainview, que construye su imperio a pesar de que eso signifique su total aislamiento.

Lo que más me agradó de esta película es la increíble actuación de Daniel Day-Lewis, que le valió el Oscar. Si en sus primeros trabajos se hacía notar como el héroe -como ocurrió en El último de los mohicanos, En el nombre del Padre y en Mi pie izquierdo, entre otras-, en Petróleo sangriento se convirtió en un hombre desalmado que aparta todo obstáculo de su camino, a cualquier costo, para obtener lo que desea. No sé si este villano que interpretó sea tan malvado como su famoso Carnicero, en Pandillas de Nueva York. Yo igual disfruté con ambos personajes.

La contraparte de Plainview en esta película no es su hijo H.W., sino Eli Sunday -interpretado por un asombroso Paul Dano-, el joven pastor de una iglesia que ocasiona grandes dolores de cabeza al magnate petrolero. El enfrentamiento final entre estos enemigos es antológico, estremecedor. Es la lucha entre dos seres oscuros.

Si no han visto esta cinta les sugiero que corran a verla. En los últimos años Day-Lewis ha aparecido en pocas películas. Ahora escoge sus papeles con sumo cuidado. Me alegra que en esta ocasión lo hiciera para obsequiarnos con una actuación fabulosa.

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