23.1.07

La vuelta al día en ochenta mundos


Una delicia literaria. Un libro delicioso. Julio Cortázar reunió en esta entrega una serie de artículos, cuentos, poemas y ensayos. Los mezcló con varias ilustraciones, grabados y dibujos curiosos, y el resultado es un espléndido collage que aún hoy, cuatro décadas después de su publicación, sigue disfrutándose con la misma frescura.

Dejo aquí un enlace para que lean algunos de los textos del libro. Les recomiendo en especial Viaje a un país de Cronopios y De otra máquina célibe. El primero es una “crónica” sobre las peripecias que un Cronopio y su esposa enfrentan para viajar a un país donde habitan muchos de los suyos. El segundo es un manual de instrucciones, o una descripción de las características de una máquina creada específicamente para leer Rayuela, la novela más famosa de Cortázar.

Medio en serio, y medio en broma, Cortázar revela algunas de sus creencias sobre el arte, la literatura, el ser argentino, el humor, etc. Para los que piensan que la literatura "seria" es la única que vale, les recomiendo que se den una vuelta por este libro. ¡Ah, se me olvidaba! Si usted, querido lector, no sabe qué es un Cronopio, le recomiendo que antes lea Historias de Cronopios y de Famas, y me cuenta luego cuántas veces quedó doblado de la risa.

Julio Cortázar es uno de los escritores latinoamericanos más importantes del siglo XX. No había tenido la oportunidad de leer este libro sino hasta hace unos días -chas gracias a los amigos que lo han leído todo y que comparten sus tesoros con este pobre pecador-. En lo personal prefiero sus libros de cuentos al resto de su obra. La vuelta al día... está incluida ya entre mis lecturas recomendadas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Viera pue uste, gracias don chambiux, pues luego de dar lectura ya yo entiendo la vision en que vi al mentado Julito chulon en el centro, con audifonos y corbata, escuchando en el oido derecho "Ta Marca de Deux" y en el derecho el canto seis del disco dos de Ummagumma...

Unknown dijo...

Por un momento pensé que Cortázar vestía un zarape. Eso me pareció lo más divertido de la foto.

Anónimo dijo...

Zuta pue! ke si nuez corbata y ke si no tiene los audifonos en los ojos, yo necesito acordarme de tomar mi medicinas por la noche tambor o no hacerle mas caso a las voces que me desvelan y endulcen mi grencho atavismo...