Hoy por la mañana fui al centro de San Salvador. Desde hace mucho tiempo deseaba visitar la exposición que CONCULTURA ha montado en el Palacio Nacional. Ahí se están exhibiendo algunos de los fósiles que se encontraron en las excavaciones del río Tomayate. Desde el año 2001 este sitio se ha convertido en uno de los mayores depósitos de fósiles que se han descubierto en el país.
Es impresionante el tamaño del cráneo de mastodonte que está en la exposición. También me llamó la atención el cráneo del caballo antiguo. La exposición estará en el Palacio Nacional hasta el mes de febrero. Para los que no la han visitado les recomiendo que lo hagan. Aunque es pequeña, nos da una buena idea del tesoro de conocimientos que aún está por descubrirse en el Tomayate.
En una de las salas de la exposición hay una ventana abierta. La vista da a la Plaza Cívica. En este momento está llena de puestos con ocasión de las fiestas navideñas. Las ventas que predominan son las de adornos, árboles artificiales y figuras de barro para los nacimientos. Cuando salí del Palacio crucé la calle y llegué a la Plaza. No iba a comprar nada, pero al final me llevé un calendario del año 2007. Me gusta tener uno en la pared de mi habitación para ver cómo se escurren los días. Luego fui a la biblioteca nacional, pero estaba cerrada. Ni modo, pasaré otro día para visitar a Manlio Argueta, el director, que es al mismo tiempo uno de los más reconocidos novelistas de la Tierra de collares.
El siguiente objetivo era ir a la farmacia Principal a tomar un refresco de su fuente de sodas. Gran decepción: la farmacia ya no los vende. Si no me equivoco, era la última fuente de sodas del tipo tradicional que había en el centro. Hasta tienen colgado un cartelito -anunciando que ya no venden refrescos- para sacarse de encima a los despistados como yo que llegan preguntando por estas bebidas.
La venta de música y películas pirata debe ser un gran negocio. Sólo así me explico que haya diez puestos por cuadra -cinco a cada lado de la calle-. A sólo unos pasos del Parque Libertad me llevé una gran sorpresa: una peluquería en la acera. Colocaron unas estructuras de hierro, las cubrieron con toldos que amarraron al saliente de un edificio y ya está. No me fijé si tenían una máquina eléctrica. El resto del equipo sí estaba ahí. Si no me hubiera cortado el cabello hace quince días seguro que me habría detenido a solicitar un corte.
18.12.06
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3 comentarios:
Yo fui hace poco a la exhibición y lo que no me gustó es enterarme que bautizaron como "William" al mastodonte. Según entiendo quien primero encontró uno de sus molares fue un lugareño de nombre Teófilo ¿porqué no, "Teófilo el mastodonte"?
Me has dado una noticia terrible: ¡YA NO VENDEN SODAS EN LA FARMACIA! ese era uno de los recuerdos más lindos que tenía de mi mamá, cuando me llevaba a tomar soda, yo siempre la pedía de fresa.
¿Habrá otro lugar que la venda?
Lo de la peluquería está simpático, no dejo de admirar a nuestra ingeniosa gente, que se "rebusca" por trabajar. Sin duda con lo atestado del centro en ésta época, tendrán muchos clientes. Ojala.
Hola. Fijate que yo descubrí los centros de las ciudades muy tarde, y soy ferviente visitante de la Zona 1 en Guatemala (realmente Denise me la ha mostrado muy bien). Y he intentado ir al de San Salvador, pero realmente no he encontrado mucho para ver. Pero según leo, sí hay. Quizás sea yo la que no conozca los lugares. Interesante saberlo. Saludos.
Antares: yo pensaba que no cabían más vendedores ambulantes en el centro, pero cada año para estas fechas veo que la población aumenta cada vez más.
Ignoro si hay otros lugares con ese tipo de fuente de sodas. Si sabés de alguna avisame.
Vanessa: hay lugares para ver en el centro de Sansa, todo depende de qué te interesa. Hay edificios con cierta historia, ejemplos de estilos arquitectónicos y hasta algunos negocios nostálgicos. Me contó una amiga que una española que visitó el país tenía como objetivo ir a comer al café Bella Nápoles porque ahí estuvo alguna vez Roque Dalton. (¿¿??)
Yo caminé bastante por el centro de Guate en mi niñez. En los setenta vivíamos muy cerca del palacio nacional. Hace algunos años regresé y casi no me acordaba de nada, apenas tenía memoria de unos cuantos edificios.
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