1.12.05

Día mundial de la lucha contra el SIDA

Dentro de tres siglos el mundo verá el fin de la discriminación contra la población afectada por el VIH. Este milagro ocurrirá cuando todos, sin excepción, seamos portadores del inquilino microscópico. Ese día comprenderemos que nada valen las discusiones, que lo único importante es la solidaridad, el perdón, el amor.

10 comentarios:

Aldebarán dijo...

Oscuro futuro el que planteas, pero suena para eliminar tanta discriminación que existe para los enfermos de VIH y SIDA.

Anónimo dijo...

Ésta mañana por el TV, una niña de escasos 9 años, me recordó lo crueles que somos los humanos; una niña con SIDA, que sin palabras rebuscadas decía lo sola que se sentía. ¡Carajo! simplemente parte el alma.
Me da rabia y vergüenza reconocer que no hago nada por ayudar.
Si la raza existe dentro de tres siglos, el Sida será como tener gripe, pero seguro habrá otra afección que nos hará doblar la testuz.

Unknown dijo...

Aldebarán: en efecto, mi intención con el mensaje es dejar claro que la discriminación no acabará mientras no se comprenda el dolor que se inflige a los portadores.

Antares: mucho podemos hacer sin nos informamos y protegemos, si apoyamos a los enfermos, si educamos a los más jóvenes para que no se pongan en riesgo.

Julio Suárez Anturi dijo...

A veces abordamos el tema como si fuera asunto ajeno, pero ¿no seremos ya, Aldebarán, Antares, Salvador y Julio, portadores de la inmunodeficiencia? A mí esto me aterra. Ya sabemos que el sida cruzó, hace rato, la frontera del género y se instaló en el ser humano.
Hace poco una revista habló en un breve artículo de la aparición del síndrome en adultos mayores, hombres y mujeres. Es decir, eran antiguos portadores y hasta ahora se expresó el virus.
Quizás sea mi propio temor a estar incubando "ese bicho", pero quisiera que sea necesario contraerlo para sentir en el alma los estragos que causa en los demás, y comprenderlo.
Solidaridad, perdón y amor. Buena medicina preventiva.

Unknown dijo...

Algo que los gobiernos deberían hacer es reservar fondos para hacer exámenes de sangre obligatorios, una vez al año, a toda su población. Es la única manera de cortar la cadena de transmisión.

Unknown dijo...

Algo que los gobiernos deberían hacer es reservar fondos para hacer exámenes de sangre obligatorios, una vez al año, a toda su población. Es la única manera de cortar la cadena de transmisión.

Anónimo dijo...

Sabes qué me preocupa más? saber que siempre habrán personas que saben que son portadores y no les importa continuar la cadena.
Me pusiste en jaque Julio, con tu comentario. No creo ser promiscua, pero....¿lo habrán sido mis parejas? mmmmm tremenda responsabilidad ¿no?

Unknown dijo...

Has puesto sobre la mesa el punto clave de la discusión a nivel mundial: ¿qué es lo mejor para detener la pandemia, la abstinencia o el sexo seguro? He ahí el dilema. Y no olvidemos que el sexo es sólo una de las maneras como se transmite el virus.

La manera de saber si estás portando la enfermedad es hacerte exámenes periódicos. Pero claro, ya no es posible andar de flor en flor sin prevención. ¿Para qué ponernos en mayor riesgo que el necesario?

Anónimo dijo...

¿Existe el sexo seguro? NOOOOOOOOOOOO
hasta ahora, y en ningún sentido a pesar de los avances de la ciencia.
Abstinencia, fidelidad? talvés por ahora, sean la respuesta a la transmisión sexual del bicho.

Julio Suárez Anturi dijo...

Quizás, Antares, el mensaje sea el de la monogamia. ¿Difícil? Sí. ¿Posible? También.
Hay una publicidad en radio que están pasando, en que hablan varias jovencitas sobre sus aventuras o sus relaciones pasajeras. Y una de ellas termina diciendo, más o menos: "Es que ahora, cuando nos acuestamos con uno, en realidad nos acostamos con treinta". ¡Tenaz!
Y tu propuesta, Salvador, me parece de lo más obvio. ¿Sabes cuál es la idea de los gobernantes y, sobre todo, de los técnicos asesores? Es preguntar: ¿Y eso, cuánto cuesta? Por lo demás, creo que no es, "económicamente viable", tener un centro de pruebas en cada una de las localidades del país, por lo que hay costos de logística, también.
Como sea, Salvador, el tema es un puro escalofrío.