Esta semana finalizó en Bilbao el segundo campeonato de ajedrez en el que se enfrentaron dos equipos de ensueño. Uno estuvo formado por los excampeones del mundo Rustam Kasimdzhanov, Ruslan Ponomariov y Alexander Jalifman. El otro estuvo compuesto por Hydra, Junior y Fritz. Si estos últimos nombres no aparecen en las listas de los mejores jugadores de la federación internacional es porque se trata de programas de ajedrez, que funcionan en poderosas computadoras.
Los especialistas humanos perdieron por el tanteador de 8 a 4. Sin embargo, se considera un éxito para los mamíferos, pues han mejorado el marcador del primer campeonato. Los programas ganaron las rondas 1 (2.5 - 0.5) y 3 (3 - 0), los excampeones la 2 (2 - 1) y la última fue un empate (1.5 - 1.5).
Hace más de veinticinco años el maestro internacional inglés David Levy se volvió famoso por sus enfrentamientos con los programas ajedrecísticos de entonces. Desafió a muchos autómatas y los venció a casi todos, hasta que el programa Chess 4.7 de Estados Unidos lo derrotó en 1978. Levy fue quien introdujo la estrategia de "no hacer nada, pero hacerlo bien", que consiste en evitar embarcarse en una guerra táctica con sus adversarios mecánicos, pues éstos siempre llevarán la ventaja en lo que respecta a la capacidad de analizar miles de posiciones en cuestión de segundos.
El resultado en Bilbao no debería sorprendernos. Hace algunos años el campeón Gary Kasparov fue derrotado por Deep Blue en un encuentro a varias partidas. Muy pocos son los jugadores que ahora pueden enfrentarse con éxito a estos programas. Sin embargo, los jóvenes continúan siendo atraídos por este deporte, haciendo caso omiso a los tenebristas que pensaban que la fuerza de las computadoras haría que el mundo perdiera interés en el ajedrez.
25.11.05
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2 comentarios:
Con el gusto de siempre viene uno a leerlo cada vez que puedo.
Muchos saludos.
Elva*
Gracias por tu visita, Elva. ¿Es cierto que estás preparando ya un libro?
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