En estos días se han escrito muchos artículos sobre la muerte de nuestro amigo, el novelista Rafael Menjívar Ochoa. No me gustaría escribir una nota triste, porque a él no le habría agradado. "Pinche Canjura, ¿para qué escribiste eso?", me reclamaría.
En lugar de eso, prefiero compartir con ustedes una anécdota. Sucedió hace unos cuatro años. Varios amigos habíamos estado en la Casa del Escritor, y luego era costumbre continuar la charla en casa de Rafa. En esa época vivía con su familia cerca del hogar Vito Guarato, en los Planes de Renderos.
Esa noche los amigos se marcharon uno a uno. Rafa y yo nos quedamos platicando frente al televisor. Vimos que había un maratón de películas (una tusada, en el dialecto tierradecollarense) de Joaquín Pardavé. Le hicimos poco caso a las imágenes por estar hablando de cualquier cosa que se nos ocurría, pero de vez en cuando nos reíamos por lo que salía en la pantalla.
En la tusada desfilaron El baisano Jalil, Los hijos de Don Venancio, El ropavejero, etc. Ya como a las cuatro de la mañana se nos acabaron las fuerzas para platicar. Me despedí y fui a mi casa. En alguna ocasión recordamos esa maratón frente a otros amigos, diciendo que habíamos pasado una noche completa viendo películas de Joaquín Pardavé. Pero eso fue lo que menos hicimos. Comimos chucherías, tomamos coca cola de dieta y saltamos de un tema de conversación a otro.
Por cierto que en alguna ocasión hablamos con los integrantes del taller de vídeo de la Casa del Escritor de organizar tusadas. La idea era ver de un tirón las tres películas de El Padrino, o las tres de El Señor de los Anillos, o un paquete de cine de acción. Seguro que si lo hubiéramos hecho habríamos prestado atención a todo, excepto a las películas.
29.4.11
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1 comentario:
hace 2 años nos echamos la trilogia del señor de los anillos :D fue increible... :D
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