13.3.09

El jardín de Rama

Cuarenta años después de que la segunda nave Rama llegara al sistema solar ocurrió un acontecimiento más en ese capítulo de la historia humana. Los satélites de comunicación más avanzados captaron una transmisión de vídeo, en la que una madura Nicole des Jardins anunciaba la visita de una nave más, que se colocaría en órbita de Marte.

La transmisión de vídeo indicaba que los constructores de Rama deseaban que 2,000 personas abordaran la nave alienígena con el fin de que pudieran observarlos. Si este encuentro no se efectuaba en forma voluntaria, entonces los seres extraños escogerían por su cuenta a los sujetos de estudio.

Los gobiernos terrestres preparaban una expedición con el fin de retomar la colonización de Marte. Sin embargo, la llegada de Rama III hizo que los planes cambiaran. No fue sino hasta que las naves de transporte estaban próximas a Marte cuando el verdadero destino de los colonos fue anunciado. Como hubo una escasez de voluntarios, los gobiernos eligieron a convictos con buena conducta para que se unieran al viaje a cambio de un perdón en sus condenas.

Dos de los tres cosmonautas de la expedición a Rama II que decidieron permanecer en la nave y que se daban por muertos regresaron en el tercer vehículo. Con su ayuda, los alienígenas construyeron un hábitat con características similares a las terrestres. Ahí vivirían los colonos durante el largo viaje hacia alguna estrella situada a varios años luz del sistema solar.

Durante los primeros años de convivencia la colonia prosperó de manera pacífica, pero conforme afloraron los peores sentimientos humanos la situación se deterioró con rapidez. Algunos de los líderes se comportaron como si no existiera ningún otro ser en el universo. Ignoraron las advertencias de que los constructores de Rama los observaban en todo momento. Nada era más importante que vivir en desenfreno, sin pensar en las consecuencias.

Arthur C. Clarke y Gentry Lee son los autores de la tercera entrega de la serie de libros que comenzó con Cita con Rama y continuó con Rama II. Es una historia más emocionante que la anterior, y encaja mejor en el resto de la obra literaria de Clarke. Los capítulos donde se narra el encuentro con los constructores de Rama son emocionantes. En un tono mesurado nos revelan que esos seres observan, estudian y analizan a todas las civilizaciones de la galaxia con las que entran en contacto. De ahí el interés por una tercera misión, cuyos resultados son por completo imprevistos.

No hay comentarios: