4.12.08

Politiki kouzina


Esta película es uno de esos hallazgos afortunados que ocurren de tanto en tanto. La historia de un niño nacido en Estambul, pero que tiene que marcharse exiliado con su familia a Atenas, llamó de inmediato mi atención.

Fanis aprendió desde muy temprana edad los secretos de la cocina. Su abuelo tenía una tienda de especias en Estambul, y le enseñó la importancia de éstas para la elaboración de los alimentos. Pero Fanis y su familia son de ascendencia griega, y cuando las relaciones entre Turquía y Grecia se vuelven insostenibles, reciben la noticia de que a su padre lo obligan a marcharse del país.

La madre y el abuelo de Fanis son ciudadanos turcos, por lo que no les muestran la puerta de salida. Sin embargo, los padres toman la decisión de partir. El abuelo se queda en Estambul y dice que los alcanzará luego. Pero ese viaje se posterga siempre por los motivos más insólitos. Mientras tanto, la familia en Atenas lucha por adaptarse.

Fanis ha dejado atrás a una buena amiga: Saime. Le escribe cartas y le dice que la espera en Grecia. Pero la niña es turca y su familia se marcha a Ankara, por lo que pierden el contacto. Al crecer, Fanis continúa cultivando sus habilidades en la cocina, pero también estudia astronomía y se convierte en un importante catedrático.

Luego de muchos años Fanis se ve forzado a regresar a Estambul. Quiere cerrar las heridas que permanecieron abiertas durante toda su vida. La ciudad está ahí, sus recuerdos de infancia, la clausurada tienda de especias. Uno de los arcos de su vida se cierra y otro se abre de inmediato.

Sí, también Saime está ahí.

No hay comentarios: