Al abrir mi correo encontré un mensaje de una persona que me escribió desde Montevideo, Uruguay. Me pidió que le enviara material gráfico de la Catedral de Cusco. Esta persona encontró una nota que escribí en el blog hace un año.
Me puse a buscar en el disco duro y le envié las fotos que guardaba de la Catedral. Y claro, en cada una me detenía para recordar esos días que pasé en Cusco, Puno y Machu Picchu. Le escribí a este amigo que, cuando estuve de vacaciones en Buenos Aires hace dos años, barajé por un momento la idea de viajar a Montevideo. Al final no pudo ser, por falta de tiempo. Si el dinero y alguna oportuna tarifa aérea lo permiten, me gustaría regresar al cono sur en el futuro.
Uruguay es uno de esos países que intuyo a través de sus libros y música. Escritores como Juan Carlos Onetti, Felisberto Hernández y Mario Benedetti habitan en mi casa representados en sus libros. Y de la música uruguaya conozco la de Jorge Drexler, Gervasio, Daniel Viglietti y un poquito de Los Olimareños. En la Tierra de collares hay algunos inmigrantes uruguayos. Muchos de ellos vinieron al país como jugadores o entrenadores de fútbol.
He visto en Wikipedia la página dedicada a Montevideo. Si alguna vez llego a visitar esta ciudad, me sentaré durante una tarde a observar la bahía y caminaré todo lo que pueda por sus calles. Caminar es la mejor manera de conocer e interiorizar una ciudad, de incluirla en la lista de nostalgias y alegrías. Un saludo a todos los uruguayos.
10.5.07
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2 comentarios:
Me hiciste recordar que Gervasio tuvo un final amargo en Chile, en tiempos del asesino Pinochet.
Déjame sugerirte, Salvador, que añadas a la lista de las magníficas plumas uruguayas que mencionas, la de Mario Levrero. Saludo fraterno.
Supe del triste final de Gervasio, y de todas las acusaciones en su contra que empañaron sus últimos años.
No conozco ni de nombre al autor que mencionaste. Gracias por el consejo.
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