Ayer por la noche mi mamá llamó por teléfono para avisarme que había nacido mi segundo sobrino. Su nombre es Juan José, un par de nombres que así unidos me encantan. Fue una linda sorpresa que mi cuñada y mi hermano los eligieran.
Antes de acostarme anoche pensé en mi sobrino. Algún día le diré que nació el mismo día que murió Jon Cortina. Le diré quién fue él y qué hizo en nuestro país. Acaso no le interese, pero habré cumplido con esta tarea que desde ya me he impuesto.
Anoche recordé a otro Juan José que conocí, hace muchos años. Fue un amigo que me dio una carta de recomendación para la universidad, que me regaló un llavero que aún conservo. Murió en un accidente días después del obsequio.
La rueda de la vida sigue su curso. Un sacerdote jesuita muere y, horas después, nace mi segundo sobrino. Algún día le contaré de ese otro Juan José que conocí, que se sintió conmovido cuando le pedí una carta de recomendación. Hoy por la noche he tomado al pequeño en mis brazos. El bebé dormía. Su cabello desordenado me recuerda al mío.
13.12.05
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6 comentarios:
Vida y muerte! ambas fascinantes.
Bienvenido Juan José, ojalá nos esforcemos lo suficiente para heredarte un mundo mejor que éste.
Tío, la próxima vez que me levantes en brazos no me tuerzas de esa manera el cuello, que me puede dar torticulis.
Tío, ¿cuándo me cuentas un cuento?
Tío, ¿verdad que me tienes un primito?
PD.-Mi primer hijo de llama Carlos José, y mi segundo Juan Sebastián, de modo que ahí vamos empatando.
Felicidades a la familia. Disfruta de tu nuevo sobrino.
Ese bichito no es más grande que mi brazo. Y pensar que, si sigue el camino de mi hermano, llegará a medir más de 1.80 metros...
Felicidades!! Definitivamente son una marvilla esas criaturitas, tan pequeñas e indefensas; pero que tienen una gran influencia en la familia, sino fijate como todo jira al rededor de ellos.
Abrazos y felicidades nuevamente!!!
Así es, Virginia. Todos los ojos están sobre ellos, pendientes de lo que van a hacer, que si se van a golpear, que si van a sonreír...
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