24.3.10

22.3.10

El faro entrevista a Álvaro Saravia

La semana pasada, el periódico digital El faro adelantó que en unos días publicaría una primicia: una entrevista con el capitán Álvaro Saravia, la única persona que ha sido condenada en un juicio por su papel en el asesinato de Monseñor Arnulfo Romero.

El día de hoy apareció la entrevista, junto con un audio donde se escucha una parte de las declaraciones de Saravia. El sitio web de El faro ha estado muy lento, probablemente a causa de la gran cantidad de personas que desean consultarlo. Si intentan seguir los enlaces que he dejado y no logran respuesta, inténtenlo más tarde.

Como se esperaba, las declaraciones de Saravia son explosivas: no sólo implican a Roberto D'Aubuisson en el asesinato de Monseñor Romero, sino también a otras personas cercanas a su entorno. Pero este artículo tiene un detalle adicional que no nos esperábamos: El faro logró entrevistar a otra de las personas que formó parte del grupo que llegó al hospitalito de la Divina Providencia, quien ha corroborado la mayor parte de la versión de Saravia.

La investigación, sin duda, causará mucho revuelo en el país. Por primera vez conocemos la versión de tres de las personas que estuvieron en las cercanías de la Divina Providencia el día del asesinato. Por lo que he leído en las declaraciones, aún no queda claro quién fue el hombre que disparó el arma que mató a Monseñor Romero. Tampoco se habla de los autores intelectuales del crimen. Pero esto apenas empieza.

17.3.10

El viaje a la ficción


El año pasado, en conmemoración al centenario del nacimiento de Juan Carlos Onetti, Mario Vargas Llosa publicó El viaje a la ficción. En las noticias se anticipaba que este trabajo repasaría la obra del gran escritor uruguayo, y que estaba basado en una serie de conferencias dictadas en una universidad de los Estados Unidos.

Debo decir que es uno de los libros que más he disfrutado en lo que va del año. No sólo se trata de un texto crítico de la obra Onettiana, sino también de una tesis sobre el por qué de la ficción. Según Vargas Llosa, no creamos ficción para sustituir a la realidad que conocemos, sino para ensancharla, para incrementarla hacia latitudes desconocidas. Es un argumento con el que estoy muy de acuerdo.

Vargas Llosa visita cada una de las grandes novelas de Onetti: La vida breve, Juntacadáveres, El astillero, Dejemos hablar al viento y Cuando ya no importe. A la par de sus comentarios hay un paralelo de la vida de Onetti: qué hacía y dónde vivía cuando escribió cada uno de esos libros, el ambiente político y económico de Uruguay. Y también algo muy importante ha sido el comentario sobre las influencias que recibió, en especial del escritor William Faulkner. Vargas Llosa dice que sin los libros de Faulkner no sería posible entender la novelística lationamericana que surgió con tanta fuerza a mediados del siglo pasado.

Junto con la visita a las novelas se hace también un breve repaso por algunos de los cuentos más conocidos de Onetti. En esta parte no estoy de acuerdo con la exposición de Vargas Llosa, quien cree que algunas de las narraciones cortas del creador de Santa María son obras cumbres del género. Creo que Onetti fue mucho mejor novelista que cuentista. Su estilo narrativo se apegaba mejor a los textos de largo aliento. En los cuentos ese estilo era contraproducente. Se volvía difuso, la velocidad era lenta y en ocasiones se sobrecargaba de adjetivos.

El mundo creado alrededor de Santa María es el sello distintivo de Onetti. A partir de La vida breve, donde presenciamos el nacimiento de esa ciudad desde la ficción que Brausen elabora en su cabeza, se desprenden varias historias y personajes inmortales para la literatura latinoamericana. El doctor Díaz Grey y Larsen (Juntacadáveres) son los más conocidos. Este libro es un bello tributo a la mano que les infundió la vida, pero también al género humano que cada día continúa esa labor de ensanchar el mundo de la ficción, y por lo tanto, la realidad que nos rodea.

10.3.10

Tron Legacy





El año pasado los estudios Disney anunciaron que se preparaba la segunda parte de la famosa película Tron. Casi treinta años después tendremos en las pantallas la secuela de la historia de Kevin Flynn, quien fue digitalizado y entró al mundo del Programa de Control Maestro.

8.3.10

Veinte años del WWW

Leí una nota en la que se recuerda que hoy es el cumpleaños número veinte de la World Wide Web, es decir, la WWW. Antes de su aparición, Internet era una herramienta utilizada por muy pocas personas a través de un procedimiento engorroso.

Creo que fue en 1995 cuand leí en el periódico por primera vez una noticia sobre la red de redes. Ese mismo año observé cómo una persona entraba a la Internet. No era a través de uno de los programas que utilizamos hoy, sino que usó uno que desplegaba una pantalla llena de texto. Era un menú con varias opciones, y en la parte baja había un campo en el que se digitaba el número de la opción a la que se deseaba ingresar.

El primer navegador que vi, tal y como lo conocemos ahora, fue el famoso Mosaic. Fue en 1997 cuando entré por primera vez a la WWW. Utilizaba un enlace conmutado -para los que no lo recuerdan, hablo de un acceso vía modem-. Lo que me sorprendió de esos días fue el rápido desarrollo de la web. En cuestión de un par de años el mundo había cambiado frente a nuestros ojos.
Me habría gustado guardar el primer correo electrónico que envié en mi vida. No puedo asegurarlo, pero creo que fue uno que envié a la embajada de Ecuador en la Tierra de collares. Pero igual pudo ser un mensaje para uno de mis antiguos compañeros de la universidad. ¿Y el primer correo que recibí? Un spam, por supuesto.

En estos días ya se habla de la Web 2.0 y la rueda no se detiene. Es imposible concebir el mundo actual sin la WWW. Cada quien tiene su opinión sobre si ha resultado beneficioso o perjudicial. Yo me inclino por lo primero. Jamás como ahora tuvimos la oportunidad de tener el mundo al alcance de nuestro mouse.